Xochimilco 2025. De chinampa y trajinera a hub farmacéutico y nodo de movilidad para la mega-región México–EE. UU.
- Editorial
- 2 sept
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Xochimilco ya no es solo sinónimo de trajineras: es un ancla productiva que dialoga con la economía de Norteamérica. En 2024 alcanzó exportaciones por US$966 millones, un salto de 29.9 % anual, apalancadas casi por completo por la industria farmacéutica (US$928 m en medicamentos), seguidas por impresos (US$32.4 m) y productos inmunológicos (US$2.09 m). Sus principales mercados fueron Estados Unidos, Canadá y Colombia, señal de una integración que trasciende el turismo y conecta con cadenas de suministro bajo el T-MEC. Para 2025, ese perfil exportador coloca a Xochimilco como “micro-distrito” estratégico para nearshoring en salud y biotecnología dentro del Valle de México.
El dinamismo económico convive con una historia demográfica intensa. La población pasó de 47,082 habitantes en 1950 a 404,458 en 2005, y hoy exhibe densidades urbanas altas (3,644.8 hab/km² en 2020) y esperanza de vida de 75.2 años. El grupo de 20–24 años concentra 8.8 % del total, un bono juvenil clave para servicios, innovación y empleos técnicos. Sin embargo, la expansión generó contrastes: del noroeste con clase media y servicios consolidados a pueblos chinamperos y colonias serranas con rezagos y exposición a riesgos. La política pública deberá aprovechar la fuerza de esa cohorte joven y, a la vez, cerrar brechas territoriales.
En infraestructura y servicios públicos, la foto es mixta. La cobertura de agua potable en el suelo urbano roza la universalidad —documentos de planeación histórica señalan ≈93–95 %—, pero la intermitencia y la calidad varían entre zonas altas y barrios chinamperos. La temporada de lluvias de 2024 y 2025 expuso nuevamente la vulnerabilidad: anegamientos en San Gregorio Atlapulco, San Luis Tlaxialtemalco, Nativitas y San Lorenzo La Cebada, con costos sociales y productivos, incluida la horticultura y la flor de cempasúchil. Aquí el reto es acelerar “infraestructura verde-gris”: drenajes pluviales, humedales urbanos y parques inundables que protejan vivienda y chinampas sin frenar la actividad turística.
La movilidad es el gran parteaguas de 2025. La modernización del Tren Ligero arrancó con cierres parciales entre julio y agosto, RTP gratuito como sustituto y una inversión de 200 millones de pesos para duplicar la capacidad a 230 000 pasajeros diarios, preparando al sur de la ciudad para picos de demanda vinculados a eventos globales. La gestión por fases minimizó disrupciones, aunque evidenció la urgencia de intermodalidad con Metro y autobuses. En paralelo, el Cablebús Línea 6 —12.3 km, 7 estaciones, 80–90 000 usuarios/día y tarifa de 7 pesos— conectará Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco, integrando comunidades históricamente aisladas al circuito laboral y turístico metropolitano. Si la obra se ejecuta con enfoque de accesibilidad universal y seguridad, el retorno económico en empleo, turismo y logística de última milla será inmediato.
La “economía del conocimiento” ya tiene bases locales. La FAD–UNAM en Xochimilco ofrece hoy Artes Visuales y Diseño y Comunicación Visual, mientras que su plantel de Taxco imparte Arte y Diseño; en el ecosistema UNAM, la Licenciatura en Cinematografía se desarrolla en la ENAC, creando puentes naturales con industrias creativas y turismo cultural. La UAM Unidad Xochimilco, con 18 licenciaturas y 24 posgrados bajo sistema modular, activa debates de frontera, como el Coloquio Internacional “En aquello ver esto: La política de la economía” del 23 de julio de 2025, que cruza economía política y territorio; su capital humano es insumo directo para sectores farmacéuticos, editoriales y de gestión ambiental. A escala comunitaria, desde 2022 operan siete CEDIX que amplían el acceso digital en pueblos como San Luis Tlaxialtemalco, y proliferan capacitaciones sincrónicas vía el Sistema de Desarrollo Profesional de Carrera, útiles para el empleo local y el gobierno abierto.
Balance 2024. La combinación de exportaciones +29.9 %, turismo patrimonial y mayor conectividad sugiere una productividad creciente. El mix está sesgado hacia farma (≈96 % del total exportado), lo que eleva la resiliencia macro —por ticket promedio y barreras tecnológicas—, pero también implica concentración sectorial y riesgos regulatorios internacionales. El mercado laboral dispone de un “tridente” formativo —FAD, UAM y CEDIX— capaz de alimentar habilidades técnicas y creativas que casan con farma, impresión avanzada y contenidos culturales para el mercado binacional. La contraparte es la infraestructura urbana: aun con coberturas altas de agua, las interrupciones y inundaciones siguen restando competitividad a barrios productivos y turísticos. La agenda 2024 evidenció que cada peso extra en drenaje, control pluvial y movilidad integrada produce beneficios multiplicados en exportaciones, empleo y turismo.
Riesgos y tareas 2025.
Primero, blindar la base productiva: reglas urbanas y ambientales que protejan chinampas(UNESCO) y reduzcan la conversión de suelo, mientras se profesionaliza el turismo de naturaleza y gastronomía local para mercados de EE. UU. y Canadá.
Segundo, cerrar brechas de infraestructura con proyectos pluviales de respuesta rápida y mantenimiento preventivo en colonias críticas.
Tercero, capital humano: vincular FAD-UAM-empresas en farma, bioinsumos, editorial y economía creativa, y extender CEDIX y formación sincrónica a jóvenes de 20–24 años.
Cuarto, movilidad intermodal: sincronizar el relanzamiento del Tren Ligero con Cablebús L6, RTP y Metro para reducir tiempos puerta-a-puerta de trabajadores y visitantes.
Quinto, gobernanza binacional: con EE. UU. como principal destino exportador, urge una mesa Xochimilco-CDMX-industria para certificaciones, trazabilidad y compras públicas que abran mercado en salud y editorial, y detonen clústeres de proveedores.
Si Xochimilco logra alinear conservación, movilidad y valor agregado, dejará de ser “postal” para convertirse en laboratorio urbano de la integración México–Estados Unidos.
Escrito por: Editorial
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