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"Jalisco sobre ruedas verdes: Innovación en transporte público y movilidad sostenible"

  • Foto del escritor: Editorial
    Editorial
  • 7 ene
  • 3 Min. de lectura
Transporte público eléctrico

La movilidad sustentable es un pilar clave para el desarrollo urbano y rural en el estado de Jalisco. Con una población creciente y un alto nivel de urbanización en áreas como la Zona Metropolitana de Guadalajara, el transporte se ha convertido en uno de los mayores desafíos para garantizar calidad de vida y reducir la huella ambiental. Jalisco está apostando por un cambio estructural, avanzando en sistemas de transporte público ecológico, movilidad eléctrica y el fomento de la bicicleta como alternativa viable tanto en ciudades como en zonas rurales.

 

En Guadalajara, el sistema de transporte público ha sido objeto de reformas significativas en los últimos años. La Línea 3 del Tren Ligero, inaugurada recientemente, es un ejemplo destacado: con trenes eléctricos y un diseño accesible y moderno, contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejora la movilidad en el área metropolitana.

 

Además, el programa Mi Macro Periférico —el sistema de autobuses articulados de alta capacidad (BRT)— se ha posicionado como un modelo de transporte masivo eficiente y sostenible. Con carriles exclusivos, unidades de bajas emisiones y un enfoque integral de conectividad, este sistema no solo reduce el tráfico, sino que también disminuye significativamente la contaminación ambiental.

 

Jalisco ha comenzado a promover la electrificación del transporte, un sector clave para la descarbonización. En Guadalajara y municipios aledaños, se han instalado estaciones de carga para vehículos eléctricos, y el gobierno estatal incentiva su adopción mediante reducciones en impuestos vehiculares. Sin embargo, la implementación de autobuses eléctricos en el transporte público avanza más lentamente debido a los altos costos iniciales y la falta de infraestructura en áreas menos urbanizadas.

 

En zonas rurales, donde el acceso al transporte público convencional es limitado, la movilidad eléctrica ofrece un potencial transformador. Proyectos piloto están probando vehículos eléctricos de menor capacidad como alternativas viables para comunidades alejadas. No obstante, es necesario superar barreras económicas y logísticas para que estas soluciones se conviertan en una realidad a gran escala.

 

El uso de la bicicleta está siendo impulsado como parte de una estrategia más amplia de movilidad activa. Ciclovías como las de Avenida Ávila Camacho en Guadalajara son un ejemplo de infraestructura que busca garantizar la seguridad de los ciclistas y fomentar este medio de transporte limpio y saludable. Programas como MiBici Pública han logrado aumentar el número de usuarios, destacándose como un modelo de éxito en ciudades mexicanas.

 

En zonas rurales, el reto es mayor. Aunque las bicicletas representan una alternativa asequible y sostenible, la falta de infraestructura adecuada y la inseguridad vial dificultan su adopción. Aquí es donde los gobiernos municipales tienen la oportunidad de integrar planes de movilidad activa en sus estrategias de desarrollo local.

 

A pesar de los avances, la movilidad sustentable en Jalisco enfrenta desafíos significativos. La fragmentación en la planeación, la falta de financiamiento para proyectos rurales y la resistencia cultural hacia nuevas formas de transporte son barreras que deben ser abordadas con políticas integrales y de largo plazo. A pesar de todos los esfuerzos que se están aplicando, estamos muy lejos de tener incentivos fiscales para el uso de tecnologías limpias como en países desarrollados que le permitan al ciudadano poder invertir y obtener un beneficio real y palpable en su economía que desemboque en el uso de energías limpias.

 

Por otro lado, el contexto binacional con Estados Unidos abre oportunidades únicas. Colaboraciones en tecnología de movilidad eléctrica, financiamiento para proyectos de transporte ecológico y el intercambio de buenas prácticas pueden acelerar la transición hacia un modelo más sostenible. Jalisco, con su posición estratégica y voluntad política, está en un punto crucial para consolidar estos avances.

 

El desarrollo de un sistema de transporte público ecológico en Jalisco, combinado con el impulso de la movilidad activa y eléctrica, puede ser un modelo para otras regiones de México y América Latina. Sin embargo, el éxito depende de la capacidad para integrar soluciones adaptadas a las necesidades tanto urbanas como rurales. La movilidad sustentable no es solo una herramienta para reducir emisiones, sino un motor para mejorar la calidad de vida y fortalecer la resiliencia de las comunidades en un futuro cada vez más desafiante.


Escrita por: Editorial

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